Las personas somos amantes de las listas. Nos encantan. Nos fascinan. Dejamos que nos orienten en nuestras decisiones y que influyan en nuestras opiniones. Sentimos una atracción irracional hacia las listas, especialmente hacia las que seleccionan aquello que conocemos como "lo mejor". Esto es especialmente cierto en el mundo de los videojuegos, en el que las listas de los mejores juegos del año tienen un papel importantísimo. El libro sobre el que versa esta entrada va un paso más allá, pues pretende elaborar una lista no con los mejores juegos de un año concreto, sino con los mejores juegos de la historia. Ahí es nada. Si a los aficionados a este mundillo les vuelven locos los "top 10", "top 50" y "top 100", un "top 1001" con los juegos a los que hay que jugar antes de morir debe ser una experiencia orgásmica.
Siguiendo la estela de libros similares como "1001 canciones que hay que escuchar antes de morir" y "1001 películas que hay que ver antes de morir", la editorial Grijalbo nos trajo hace unos meses "1001 videojuegos a los que hay que jugar antes de morir". Veamos qué nos ofrece este libro.
LOS AUTORES:
En "1001 videojuegos a los que hay que jugar antes de morir" encontramos aportaciones de más de treinta periodistas especializados en videojuegos de diferentes medios del ámbito anglosajón. La mayoría de ellos han colaborado en algún momento con la popular revista Edge, que muchos consideran uno de los principales puntos de referencia del mundillo. No en vano el editor de "1001 videojuegos a los que hay que jugar antes de morir" es Tony Mott, editor jefe de esta revista inglesa. Por otro lado, el prefacio del libro es obra de Peter Molyneux, conocido diseñador de videojuegos y cabeza visible de Lionheart Studios (responsables de juegos como "Black & White" y la saga "Fable"). Aunque la aportación de Molyneux al conjunto del libro es minúscula, su fama como figura polémica dentro del mundo de los videojuegos sin duda ha servido para llamar la atención sobre esta obra.
LA OBRA:

VALORACIÓN:
Aunque el libro nació con la clara vocación de elaborar una lista de los mejores juegos de la historia, el resultado final dista bastante de esta concepción. Evidentemente, el lector lo puede interpretar como un "top 1001" si lo desea, pero esto hará que la inclusión de ciertos títulos le resulte polémica e innecesaria. El caso que mejor ilustra esta situación es la inclusión de "Garry´s Mod", que difícilmente se puede calificar como juego. Sin embargo, las posibilidades que este mod basado en "Half-Life 2" ha ofrecido a la comunidad de jugadores para modificar y crear sus propios contenidos han tenido una enorme influencia sobre la industria y sobre la propia manera de entender los videojuegos. Se debería considerar más una herramienta que un videojuego, pero el hecho es que "Garry´s Mod" está en la lista de estos "1001 videojuegos a los que jugar antes de morir" con todo el derecho del mundo. A lo largo del libro se pueden encontrar ejemplos similares a éste: títulos que difícilmente podrían codearse con los mejores de la industria pero que destacan por algún punto innovador, por explotar una idea novedosa o por abrirse a un sector antes desconocido del mercado.
Desde mi punto de vista, lo que hace atractivo este libro no es su afán de listar juegos imprescindibles, sino la visión de conjunto que queda tras leer sus páginas. Es una visión sobre el desarrollo y expansión de la industria del videojuego, salpicada por algunos hitos fundamentales y en permanente cambio. Por tanto, creo que considerar este libro como una visión global de la historia de este mundillo es bastante más correcto que verlo como una selección de "los mejores juegos de la historia".
La visión subjetiva de los autores es un elemento a tener en cuenta en la lectura de este libro, lo cual apoya el punto anterior. Los juegos elegidos no siguen ningún criterio concreto, sino que obedecen a una selección subjetiva y un tanto arbitraria que únicamente se apoya en el prestigio de medios como Edge. Sin embargo, ni Edge ni ninguna otra revista, por prestigiosa que ésta sea, son portadores de la verdad absoluta. El único valor que tiene una lista elaborada por los medios es el que el lector de dicho medio quiera darle. "1001 videojuegos a los que hay que jugar antes de morir" es bastante cuestionable como "top", pero muy interesante como repaso a la historia del entretenimiento interactivo y del desarrollo de esta industria. Tener esto en cuenta casi me ha hecho obviar las sangrantes ausencias en la lista de "ICO", "Lost Odyssey" y "Mirror´s Edge". Casi.
Es necesario romper una lanza a favor del afán del libro por ser representativo, ya que incluye juegos de casi todas las plataformas posibles, incluyendo portátiles, juegos descargables y juegos para móviles. También abarca todos los géneros posibles, desde el arcade clásico al survival horror, pasando por la estrategia en tiempo real, las aventuras gráficas, los juegos deportivos y los juegos musicales. Se trata de proporcionar una visión amplia de la industria del videojuego, lo cual podrá interesar el lector ocasional pero puede aburrir al lector versado en este campo.
Para alguien que conozca el mundillo, probablemente este libro no le aporte gran cosa. Más allá de bucear en sus orígenes y de rescatar algún título cuasidesconocido, el resto de títulos mencionados entra dentro de lo esperable. A título personal, los primeros dos bloques del libro, correspondientes a las décadas de los 70 y 80 respectivamente, son los que más interesantes y novedosos me han parecido. Creo que esta es la parte del libro que más información aporta, tanto para aquellos que no conocieron esa época de primera mano como para los adictos al retrogaming. Los últimos bloques ofrecen poca cosa en comparación, salvo un buen montón de títulos bien conocidos por el gran público. Esto me hace pensar que se trata de una obra orientada a los lectores generalistas, a aquellos que, con el auge de la industria y el debate sobre la condición del videojuego como forma de arte, empiezan a interesarse por el mundillo de forma seria. Para aquel que lleva toda la vida jugando, este libro no es más que una curiosidad (y bastante cara, además).
Todo lo anterior se refería al contenido. Respecto al continente, se trata de una edición de muy buena calidad: tapa dura con sobrecubierta, papel satinado, ilustraciones en color, diseño sobrio y atractivo, etc. Sin embargo, no está exento de algunos fallos. Se puede encontrar algún que otro error tipográfico y la adaptación de algunos textos es mejorable (si bien la traducción es impecable, el texto queda demasiado literal en algunos casos). También se puede encontrar alguna confusión respecto al uso de anglicismos. Por ejemplo, en el comentario de "Bioshock 2" se indica que el jugador debe encontrar a su hermana pequeña, lo cual supone una interpretación errónea: el jugador es un Big Daddy y su misión es encontrar a la Little Sister con la que está vinculado y con la que no comparte ningún parentesco familiar. No son fallos especialmente reprochables, pero están de más en un libro tan caro. Es una pena que no se hayan revisado de forma adecuada, pues estropean un diseño muy atractivo y con una clara predilección por lo retro (la portada de "Space Invaders" es buena prueba de ello).
Concluyendo ya, sería justo decir que este libro puede ser un producto interesante siempre y cuando se entienda como una visión superficial de la trayectoria del mundo del ocio interactivo. No es aconsejable verlo como una especie de manual de referencia ni como una lista de juegos imprescindibles, ya que la selección de títulos es subjetiva y la brevedad de los textos es incapaz de hacer justicia a obras maestras como "Deus Ex", "Shadow of the Colossus", "Portal" o "Bayonetta" (mucho menos a grandes clásicos como "Another World", "Final Fantasy VI" o las aventuras gráficas de la época dorada de LucasArts). Su precio puede resultar excesivo, pero su edición (salvo los fallos antes comentados) está bastante bien. A mí no me ha resultado especialmente enriquecedor, pero sí entretenido y con algunos puntos curiosos.
En breve se publicará "1001 cómics que hay que leer antes de morir", libro que a priori me parece mucho más apetecible que este "1001 videojuegos a los que jugar antes de morir".