Albert Monteys ha sido un artista a tener en cuenta desde la década de los noventa, cuando empezó a darse a conocer gracias a Mondo Lirondo , pero tengo que reconocer que no entró en mi radar hasta mucho después, cuando se produjo el incidente que acabó con él abandonando El Jueves para fundar junto a otros historietistas como Manel Fontdevila, Paco Alcázar y Bernardo Vergara la revista digital Orgullo y Satisfacción . Aunque sólo duró tres años seguí con avidez Orgullo y Satisfacción , estando las páginas de Monteys entre mis favoritas. No es de extrañar que me lanzase de cabeza a por su siguiente proyecto, ¡Universo! , publicado primero de forma digital en la web Panel Syndicate y más tarde en papel por Astiberri. Decir que la ciencia ficción desbocada de ¡Universo! me voló la cabeza sería quedarse corto, razón por la que estoy ansioso por leer más trabajos suyos. Me faltaba, sin embargo, hacer el ejercicio de recuperar sus antiguas obras, las que no leí en su momento por desconoc