Esta semana se ha celebrado el E3, la feria más importante de ocio electrónico del mundo. Muchos lo hemos vivido desde las pantallas de nuestros ordenadores, observando y comentando en directo las conferencias mientras dejábamos constancia de nuestras impresiones en foros y redes sociales. Durante unos días la red se ha llenado a rebosar de datos, vídeos y opiniones, pues era tiempo de E3 y pocos momentos del año se viven con la misma intensidad por parte de los aficionados a los videojuegos. Esto no deja de ser curioso, pues hace tiempo que el E3 ya no es un acontecimiento dirigido a una apasionada minoría de aficionados, sino a un público mucho más global. Desde la tribuna del E3 ya no se predica sólo a los conversos, pero este hecho no parece restar ni un ápice de interés sobre lo que sucede en la feria. No obstante, el E3 de este año ha vuelto a depositar el foco de atención en lo que realmente importa: los juegos. Otros aspectos dirigidos al gran público como las funcione