El mundo del cómic americano tiene sus peculiaridades, algunas de las cuales, a pesar de llevar años metido en dicho mucho, me siguen resultando incomprensibles. Es necesario puntualizar que el mundo del cómic americano gira en torno a lo que se conoce como "mainstream", es decir, la corriente dominante del mercado. Y dicha corriente dominante depende principalmente de las dos grandes editoriales americanas: Marvel Comics y DC Comics. El cómic "de autor" es relativamente escaso en el mercado americano, ya que todos los autores tienen que seguir unas líneas base marcadas por los editores. El verdadero motor de esta industria son los editores, pues son ellos los que realmente toman las decisiones. Sólo unos cuantos autores que han alcanzado un cierto renombre (por los motivos que sea) pueden imponerse a las decisiones editoriales, ya que normalmente su nombre es sinónimo de éxito y a los editores les da igual lo que se publique con tal de que el material se venda (lo cual no deja de ser triste).
Sin embargo, este mundo del cómic americano, tan estructurado y tan preocupado por mantener el status quo, lleva algunos años enfrentándose a un duro enemigo: el manga. Evidentemente, el cómic japonés es completamente diferente al cómic americano. No sólo en cuestiones de estética y narrativa, sino también en cuanto a funcionamiento interno editorial. No obstante, el manga resulta muy atractivo no sólo para los lectores habituales de cómic, sino también para los que no lo son. De hecho, las editoriales americanas no tardaron mucho tiempo en darse cuenta de que las ediciones de manga en su país se vendían muy bien y que llegaban a sectores de la población (las chicas, por ejemplo) a los que sus propios cómics no llegaban. Como era de esperar, los editores pensaron que debían hacer algo al respecto. Algunos se limitaron a realizar sus propias ediciones de manga, pero otros fueron un paso más allá. Es el caso de Marvel Comics, cuyo relación con el mundo del manga y el anime vamos a tratar a continuación.
En la década de los años 90 surgió una serie de dibujantes americanos (muchos de los cuales trabajaban en Marvel) cuyo estilo estaba muy influenciado por el mundo del manga. Es el caso de Joe Madureira, de Humberto Ramos y de Roger Cruz, entre otros. El máximo representante de esta tendencia (que con el tiempo se conocería como "amerimanga", es decir, manga al estilo americano) fue Joe Madureira, cuya etapa en X-Men supuso el desarrollo y consagración de este nuevo estilo.
El estilo "amerimanga" de Joe Madureira.
Al parecer, alguien en Marvel pensó que ése era el camino a seguir para conquistar a los seguidores del manga que no eran aficionados a sus cómics (y aumentar de esta manera las ventas, que es el objetivo que mueve a todo editor en este mundillo). Ese fue el principio de una disparatada carrera por parte de Marvel Comics para sacar al mercado sus propios mangas "al estilo Marvel".
Su primer intento fue una línea llamada "Marvel Mangaverse", que se publicó entre 2000 y 2002 y contó con una secuela llamada "New Mangaverse" en 2005. Esta línea consistía sencillamente en mostrar "versiones manga" de los personajes más conocidos de Marvel, tales como los 4 Fantásticos, los X-Men o Spiderman. Se trataba de aventuras con un estilo gráfico próximo a lo que se podía ver en el mundo del manga, pero carentes de toda profundidad. Esta línea no fue precisamente un éxito de ventas, ya que no consiguió resultar lo suficientemente atractiva ni para los seguidores del manga ni para los lectores tradicionales. Curiosamente, sí que tuvo un cierto éxito entre el público infantil.
Los 4 Fantásticos y Spiderman en su versión del "Mangaverse".
Lo cierto es que algunas de las versiones de este "Mangaverse" (como la de los X-Men) resultaron verdaderamente aberrantes. Sin embargo, aunque no llegó a ser un éxito ni mucho menos, el "Mangaverse" tuvo las ventas necesarias como para tener una continuación años después.
La horrenda versión Mangaverse de los X-Men.
Pero el "Mangaverse" no fue ni mucho menos el último intentó de Marvel por "robar" lectores al manga. En 2003 lanzó la "Línea Tsunami", un nuevo intento de hacer manga al estilo Marvel. Sin embargo, los personajes de esta línea no iban a vivir en un mundo paralelo al igual que sucedía con los del "Mangaverse". En esta ocasión las aventuras publicadas en la "Línea Tsunami" se ubicarían en el mismo mundo que el resto de historias publicadas por la editorial. Bajo el sello Tsunami se lanzaron varias series nuevas, como "Nuevos Mutantes" (el regreso de un clásico dentro de la franquicia X-Men), "Mística" y "Runaways".
Los Nuevos Mutantes y Mística se acercaron al estilo manga gracias a la "Línea Tsunami".
El resultado de las ventas de esta nueva línea fue muy diferente a lo que se esperaba. Todas las series acabaron siendo canceladas por las bajas ventas, a pesar de que su calidad era mucho mayor que la del "Mangaverse" (lo cual tampoco era muy difícil de conseguir). La seríe de Mística se canceló y su protagonista volvió a convertirse en un secundario más en la colección de los X-Men. Los Nuevos Mutantes fueron remodelados por completo, pasando a llamarse "New X-Men: Academy X", dejando atrás gran parte de ese estilo manga de sus inicios y convirtiéndose en un producto más apropiado para el lector habitual de X-Men.
Sin embargo, hubo una serie que sobrevivió a la desaparición de la "Línea Tsunami". Se trata de "Runaways", una historia sobre un grupo de adolescentes que descubría que sus padres eran en realidad supervillanos: mafiosos, magos negros, viajeros temporales, alienígenas... La serie, ideada por Brian K. Vaughan, resultó ser una de las propuestas más originales y refrescantes de todas cuantas Marvel había lanzado al mercado en los últimos años. Si la "Línea Tsunami" tuvo algo positivo, sin dua fue la creación de "Runaways".
Runaways. Algo bueno tenía que salir después de tanto despropósito.
A pesar del fracaso de su último intento por hacer manga al estilo Marvel, la editorial no se rindió. Posteriores intentos dieron lugar a nuevas aberraciones (como "Spiderman Loves Mary Jane") que rozaban el infantilismo más absoluto, muchas de las cuales se han publicado en España bajo el sello "Marvel Style". Al parecer, para Marvel no existe otro manga que aquel que está dirigido a los niños.
Portada de "Spiderman Loves Mary Jane". Peter Parker y sus líos amorosos al estilo manga.
Otro extraño intento de Marvel por acercarse al manga fue la curiosa etapa del mangaka Kya Asamiya como dibujante de los X-Men. Era la primera vez que un dibujante de manga trabajaba en una de las series principales de la editorial, en lugar de en un proyecto especial situado al margen de la continuidad (como suele ser lo habitual en estos casos). Lo único que puedo decir sobre esa etapa es que fue una etapa rara. Muy rara.
Así eran los X-Men de Asamiya.
Y los intentos de Marvel por acercarse al manga continúan. Su último intento (que no ha sido muy bien acogido por los lectores tradicionales, entre los que me incluyo... falta por ver qué tal ha sido acogido por el público japonés y por los lectores de manga) consiste en la realización de diversos animes con sus personajes más famosos. El respondable de los guiones de este proyecto es el afamado guionista Warren Ellis, del que han salido obras de gran calidad como "Planetary", "Global Frequency" y "Nextwave". De la animación se encarga el popular estudio japonés Madhouse. Teniendo estas referencias, uno podría pensar que tiene que salir algo bueno a la fuerza, pero nada más lejos de la realidad.
El propio Ellis insiste en que los dos tráilers que se han mostrado hasta ahora del proyecto no son necesariamente definitivos, sino que únicamente tratan de mostrar cuál será el estilo aproximado de estos animes. Los primeros personajes Marvel en pasar al estilo anime han sido Iron Man y Lobezno, aunque al parecer otros como Blade y los X-Men al completo no tardarán mucho en tener sus propias versiones anime. Hay que puntualizar que Marvel tiene sus propios estudios de animación, con los que ha desarrollado diversas series y películas, pero ésta es la primera vez que unos estudios japoneses se encargan de animar a sus personajes con un estilo tan marcadamente alejado al habitual.
Quizá el de Iron Man tenga un pase, pero desde luego esta versión japonesa de Lobezno me resulta tremendamente ajena al personaje. Es una excentricidad propia del mercado japonés, pero que no tiene nada que ver con el personaje en sí. Personalmente, me parece horrible.
¿Cómo saldrá este nuevo intento de Marvel por acercarse al mundo del manganime? El tiempo lo dirá. De momento lo único que está consiguiendo la editorial es que sus lectores habituales empiecen a ver con desconfianza estos disparatados proyectos que se empeña en llevar a cabo.
Comentarios
Publicar un comentario
AVISO: Los comentarios no aparecerán publicados hasta que sean revisados. Gracias por tu comprensión.