Los dibujantes Kris Anka y Kevin Wada llevan un tiempo sonando cada vez más fuerte dentro del panorama del cómic americano. Anka comenzó a darse a conocer gracias a sus acertados rediseños de trajes de conocidos superhéroes, lo cual le llevó a realizar diversos trabajos para Marvel y más recientemente a rediseñar por completo el aspecto de Spiderwoman. Por su parte, Wada comenzó a llamar la atención con sus ilustraciones que mezclaban a los superhéroes con el mundo de la moda y actualmente trabaja como portadista para Marvel (suyas son, por ejemplo, las estupendas portadas de la serie protagonizada por Hulka). Ayer ambos artistas revelaron que habían comenzado un proyecto para elaborar un nuevo Marvel Swimsuit Special, pero que por diversas razones habían tenido que abandonarlo. Anka publicó en su tumblr las ilustraciones que habían completado hasta el momento y poco después aclaró que el proyecto no había llegado a ser presentado de forma oficial a Marvel, por lo que las decisiones de la editorial no tuvieron nada que ver con que quedase abandonado.
Siguiendo la tradición de los Marvel Swimsuit Special que se publicaron en la década de los 90, las ilustraciones de estos artistas mostraban a tres personajes Marvel en bañador y luciendo cuerpo serrano.
Infernal, uno de los mutantes de la Escuela Jean Grey, por Kris Anka.
Robbie Reyes, la última encarnación del Motorista Fantasma, y Gambito, veterano miembro de la Patrulla X y actual integrante del Nuevo X-Factor, por Kevin Wada.
Es posible que nunca veamos nada más de este hipotético Marvel Swimsuit Special más allá de estas tres ilustraciones, lo cual es verdaderamente triste. Quizá muchos os preguntéis por qué debería importarnos que no vayamos a ver esa colección de cuerpos esculturales embutidos en bañadores diminutos y de ahí que haya decidido dedicarle unas líneas a este asunto. ¿Por qué debería importarnos que Marvel muestre a sus superhéroes enseñando cacho?
Antes de responder a esa pregunta es necesario conocer qué eran los Marvel Swimsuit Specials. Se trata de una serie de números especiales publicados por la editorial durante la década de los 90, en pleno auge de Los Vigilantes de la Playa y toda la subcultura playera americana. Tratándose de simples recopilaciones de ilustraciones con superhéroes en bañador, uno podría esperarse la típico que ofrecía el cómic en esos años: chicas ligeras de ropa en poses imposibles que requerían esqueletos de goma como mínimo y supermachos haciendo alarde de su potencia y virilidad. Y, en efecto, eso era precisamente lo que ofrecieron los primeros ejemplares de esta serie.
Portada del tercer Marvel Swimsuit Special.
Como cualquier catálogo de moda o revista deportiva de la época, estos especiales comenzaron con una importante carga de sexismo. Personajes masculinos y femeninos estaban tratados de forma muy distinta, con las mujeres limitadas a aparecer como adornos o a mostrarse en claras actitudes de sumisión ante los hombres. Se trataba de productos orientados hacia un público eminentemente masculino y heterosexual, así que esto no debería sorprender a nadie. Sin embargo, más allá de algunas ilustraciones muy bonitas, pocos aspectos positivos se podían destacar en ellos.
Sin embargo, los siguientes especiales resultaron ser bastante más subversivos y atrevidos de lo que uno esperaría (recomiendo esta lectura al respecto). En ellos no sólo se redujeron las diferencias que mostraba el lenguaje corporal de personajes masculinos y femeninos, sino que se jugaba a transgredir los límites establecidos y a darle la vuelta a la tortilla. La manera en la que se representaba a los personajes masculinos era bastante distinta, pues en lugar de destacar su virilidad o el poderío de sus músculos se les mostraba en actitudes juguetonas o sexys. En algunas ocasiones incluso se les mostraba en las mismas poses en las que era habitual ver a las mujeres.
Pese a tratarse del mismo personaje, hay una notable diferencia entre ambas ilustraciones.
Los Hechiceros Supremos también toman el sol.
Los siguientes especiales también introdujeron un elemento importante: el humor. En lugar de ofrecer un sugerente catálogo de pedazos de carne ilustrada, también humanizaban a sus personajes y buscaban que resultasen divertidos. Esto me parece de una gran importancia, ya que la sexualidad es algo que siempre debería resultar divertido. En lugar de considerar que la desnudez es ofensiva, sería mucho más provechoso para todos si pudiésemos disfrutar sin problemas ni tabúes de la belleza del cuerpo, ya sea éste femenino a masculino. No hay nada de malo ni de pecaminoso en nuestra anatomía y todos tenemos derecho a lucirla como nos venga en gana. Por tanto, deberíamos poder mostrarla abiertamente, sin prejuicios y sin que se vea subyugada a los deseos sexuales de otro (pues, evidentemente, el hecho de mostrar nuestro cuerpo no supone una invitación de ningún tipo). Ser sexy es divertido y los Marvel Swinsuit Specials se aseguraron de dejarlo claro con algunas ilustraciones impagables.
Los Vengadores se lo pasan teta.
El Castigador se toma muy en serio el verano.
Pero aún hay más en esos especiales. A ese elemento subversivo de la inversión de los roles sexuales se le añade el hecho de que algunas ilustraciones forzaban los límites de un producto supuestamente dirigido a hombres heterosexuales hasta el punto de que parecen orientadas a lectores homosexuales.
Estrella del Norte y Héctor, dos personajes abiertamente gays, disfrutan de un momento de tranquilidad.
Nick Furia y Tony Stark, hombres de pelo en pecho y potenciales osos.
Me resulta sorprendente que hace dos décadas, en un momento en el que no se gozaba de la libertad y la tolerancia de la que se dispone hoy en día, una editorial mainstream como Marvel se atreviese a colar semejantes ilustraciones en estos especiales. Quizá no se aprecie a simple vista, pero el subtexto homosexual está ahí y es algo por lo que la editorial y los autores se merecen un aplauso. Pese a que tradicionalmente se asocia el género de superhéroes con lectores masculinos heterosexuales, ya en esa época había un creciente grupo de lectores homosexuales y de mujeres. Si los Marvel Swimsuit Specials eran una celebración de la sexualidad, de lo divertido que es ser sexy, no podían dejar fuera a ese sector de los lectores. En el Universo Marvel también debían tener cabida y de ahí que veamos a los superchicos de la editorial en esas sugerentes poses.
Insisto una vez más en que la sexualidad no es algo que resulte ofensivo ni de lo que haya que avergonzarse. Independientemente de cuál sea tu sexo y de cuáles sean tus preferencias sexuales, deberías ser capaz de disfrutar de la belleza de un cuerpo bonito sin problema. Los viejos tabúes sociales ya deberían haber quedado atrás y ejercer el derecho a disfrutar de la sexualidad debería ser la norma. Es más, debería ser un acto de empoderamiento, tanto para hombres como para mujeres. Vivimos en una sociedad sexista y repleta de prejuicios machistas, eso es innegable. Se ha hecho mucho por derribar esos prejuicios y en ese sentido la cultura de masas (en la que se incluyen los cómics) ha tenido un importante papel. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Aún quedan muchos estereotipos que demoler y una buena estrategia para hacerlo es revestirlos de humor, ridiculizarlos, hacerlos divertidos y quitarles todo el hierro hasta que veamos que no son más que tonterías.
En ese sentido, los Marvel Swimsuit Specials dieron unos primeros pasos muy prometedores, subvirtiendo el estereotipo del superhéroe supermacho y demostrando que hombres y mujeres pueden ser tratados de la misma manera en un marco positivo y divertido que minimice los sesgos sexistas. Dibujando a hombres y mujeres de la misma forma, el estereotipo de mujer hipersexualizada y convertida en objeto sexual tan presente en el género de superhéroes durante tanto tiempo se desactiva y pierde fuerza.
Esos pasos primerizos que dieron estos especiales también se acercaron hacia el camino de la verdadera igualdad. En ocasiones la eterna polémica respecto a la representación de la mujer en los cómics ignora que no todos los lectores son hombres y mujeres heterosexuales. También hay hombres y mujeres homosexuales en este mundillo y pocas veces se presta la misma atención o se genera el mismo debate respecto a la representación de los personajes gays. Por fortuna, eso ha cambiado en tiempos recientes. Ahora mismo en Marvel no sólo encontramos personajes femeninos empoderados y liberados de estereotipos, sino también personajes homosexuales de ambos sexos que hacen justicia al colectivo al que representan. Los Marvel Swinsuit Specials ya comenzaron a pensar en los lectores gays hace dos décadas, cuando nadie pensaba en ellos. Hoy Marvel tiene muchísimos lectores gays.
Algunos de los personajes homosexuales y bisexuales de Marvel (ilustración de Rey Arzeno en DevianArt).
Dicho todo lo anterior, ya estamos en condiciones de responder a la pregunta con la que se iniciaba este texto: ¿Por qué debería importarnos que Marvel publique otro Marvel Swimsuit Special? Pues básicamente porque la propuesta de Kris Anka y Kevin Wada llega en el momento más apropiado. Marvel lleva tiempo ganándose la confianza de las lectoras gracias a personajes como la Capitana Marvel o Hulka. De igual forma, lleva tiempo haciendo un hueco a los lectores homosexuales con personajes como Wiccan, Hulkling, Karma, Estrella Rota o Rictor. La editorial nunca había sido tan progresista como hasta ahora y, pese a los pequeños deslices que comete de vez en cuando, se ha convertido en una influencia tremendamente positiva para los lectores de todos los sexos, edades y preferencias sexuales. ¿Por qué no seguir usando esa influencia para desmantelar prejuicios sexistas? ¿Por qué no hacer un nuevo Marvel Swimsuit Special en el que personajes de ambos sexos aparezcan representados de una forma genuinamente igualitaria? ¿Por qué no mostrar a personajes hetero y homosexuales disfrutando abiertamente de su sexualidad? No se me ocurre momento más propicio para hacerlo y no se me ocurre mejor forma de demostrar lo progresista que se ha vuelto la editorial.
Imagino a los lectores de los 90 y pienso en la chica que se compraría un Marvel Swimsuit Special para poder ver a Peter Parker en bañador o en el joven homosexual que se emocionaría al ver juntos a Estrella del Norte y Héctor. En esos años aquello era la excepción y no la norma, así que tuvo que ser como encontrar un oasis en mitad de un desierto de chicas de tetas descomunales y cinturas incapaces de albergar órganos. Hoy la situación ha cambiado mucho. ¿Por qué no lo celebramos como se merece?
Espero y deseo que algún editor haya visto las ilustraciones de Kris Anka y Kevin Wada y haya acudido raudo hasta el teléfono más cercano para ponerse en contacto con ellos y ofrecerles la posibilidad de elaborar un nuevo y flamante Marvel Swimsuit Special 2015 digno de los tiempos que vivimos. Al menos me quedará esa esperanza.
En cualquier caso, siempre me quedará esa ilustración de Peter Parker en bañador que tanto me gusta.
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