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[Videojuegos] Impresiones de la demo de Machinarium


A estas alturas a nadie debería quedarle ninguna duda de que los estudios independientes de desarrollo de videojuegos están en pleno auge. Los humildes juegos producidos por este tipo de estudios (los juegos indie) demuestran cada vez más que son capaces de plantar cara a los juegos de presupuesto millonario en igualdad de condiciones. Es más, mientras que las grandes desarrolladoras se encuentran escasas de ideas y optan por ampararse en interminables secuelas de títulos conocidos, los desarrolladores independientes nos sorprenden con juegos cargados de originalidad y con unos apartados artísticos capaces de dejarle a uno sin habla. Es el caso de "Machinarium", uno de los juegos indie para PC más esperados de los últimos tiempos, cuya demo nos ofrecieron sus desarrolladores de Amanita Design recientemente.

Por lo que podemos ver en dicha demo, "Machinarium" es un juego sencillo de resolución de puzles, aunque tiene ciertos toques de aventura gráfica. Su apartado artístico es sencillamente maravilloso y hará que nos pasemos minutos y minutos enteros únicamente disfrutando de todos los detalles que adornan los escenarios. El trabajo de diseño de dichos escenarios, unido a la gran labor de coloreado, proporciona una atmósfera francamente extraordinaria. La paleta de colores se mueve dentro de una franja de tonalidades similares que brinda a los objetos representados un aspecto sucio, ajado, viejo. El mundo de "Machinarium" es un mundo post-industrial en el que las máquinas han borrado casi todo rastro de vida. Los ocres y marrones de la tierra yerma se mezclan con los grises oxidados de las piezas metálicas. Los cielos amarillentos parecen estar cubiertos permanentemente por nubes de hollín. Y, sin embargo, todo destila una belleza extraña e hipnótica.

En "Machinarium" controlaremos a un pequeño robot que ha sido expulsado de una gran ciudad industrial y ha sido arrojado a un vertedero. Nuestra primera tarea será recuperar las piezas que le faltan para rearmarlo, cosa que nos resultará muy fácil si seguimos las indicaciones que se nos ofrecen a modo de tutorial. Cada escenario se nos plantea como un pequeño puzle en el que tendremos un objetivo claro. Para alcanzar ese objetivo (en el caso del primer escanario será recuperar las piezas faltantes) tendremos que utilizar una serie de objetos que podremos recoger y que únicamente nos servirán para dicho puzle. Cada vez que encontremos un objeto, nuestro pequeño robot se lo tragará, de forma que nuestro inventario (al que podemos acceder desplazando el cursor hacia la parte superior de la pantalla) se encontrará en su interior. Como es habitual en este tipo de juegos, podremos combinar varios objetos entre sí para obtener objetos nuevos. También dispondremos de la habilidad de nuestro robot para aumentar o disminuir su altura (alargando y recogiendo su cuerpo como si se tratase de un acordeón), lo que nos permitirá acceder a objetos y palancas que de otra forma no podríamos alcanzar. Cuando hayamos resuelto el puzle en cuestión, avanzaremos hacia el siguiente escenario, perdiendo en el proceso todos los objetos que habíamos utilizado durante la resolución del escenario anterior. Por lo tanto, en cada escena empezaremos de nuevo, como si todo el juego no fuese más que una sucesión de puzzles que sirven para ir contándonos una historia.

El juego no dispondrá de voces de ningún tipo, sino que los personajes emitirán una serie de sonidos acompañados de unos bocadillos de pensamiento que se dibujarán en la pantalla y nos mostrarán un mensaje simbólico muy fácil de interpretar (por ejemplo, la silueta de nuestro pequeño robot tras un símbolo de prohibido nos indicará sin ninguna duda que no somos bienvenidos). Estos mensajes nos darán las pistas necesarias para resolver el puzle del escenario en el que nos encontremos en ese momento. Incluso estos pequeños mensajes están cuidados hasta el más mínimo detalle, pues muestran una estética acorde con el resto del juego. Sin duda nos encontramos ante un apartado artístico soberbio que además está muy bien complementado por una banda sonora que, si bien no llega a destacar demasiado, acompaña perfectamente la acción y acentúa los momentos clave en los que algo le pasa a nuestro simpático protagonista.

Poco más se puede decir del juego, ya que la demo que nos han ofrecido es muy breve (únicamente está compuesta por tres escenarios y se puede completar fácilmente en menos de diez minutos). Todo apunta a que "Machinarium" va a ser un juego sencillo, con algunos toques de humor y con una jugabilidad asequible y divertida. Destacará especialmente por su maravillosa ambientación y su fantástico apartado artístico, que es todo un regalo para la vista. Una vez más el arte y los videojuegos se dan la mano gracias a una pequeña desarrolladora que nos sorprende con un juego humilde técnicamente (probad a pulsar el botón derecho del ratón en mitad del juego y veréis cómo os aparecen las opciones del reproductor flash) pero que derrocha originalidad por los cuatro costados. Estoy convencido de que "Machinarium" dará mucho que hablar en el futuro.

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