En el verano de 2007, poco después de la vorágine que supuso "Civil War", Marvel organizó un nuevo evento centrado en Hulk. Dicho evento, titulado "World War Hulk", sería de una escala mucho menor que la exitosa Guerra Civil y derivaría directamente de "Planet Hulk", la principal línea argumental de la interesante etapa de Greg Pak como guionista de "The Incredible Hulk". A pesar de lo que podía sugerir el rimbombante título, la Guerra Mundial de Hulk tuvo un impacto reducido sobre el Universo Marvel, afectando únicamente a algunas series regulares y propiciando la publicación de algunos spin-offs. Nuevamente, la mayoría de estos spin-offs serían bastante tangenciales y, por tanto, prescindibles. El grueso del argumento se publicó en una miniserie independiente de cinco números (a los que se añaden un prólogo y un epílogo) que corrió a cargo de Greg Pak y John Romita Jr., mientras que el resto de derivados de este crossover se centraban principalmente en los daños colaterales producidos por el conflicto.
Si nos quedamos a un nivel superficial, "World War Hulk" se podría resumir de una forma muy sencilla: Hulk contra todos los héroes Marvel. En cambio, si profundizamos un poco en su lectura nos daremos cuenta de que el tema que trata es bastante más complejo: ¿Es Hulk realmente un monstruo? ¿Hasta qué punto un ser que ha sido odiado y perseguido desde que comenzó su existencia tiene derecho a reclamar justicia por todo lo que le han hecho?
La Guerra Mundial de Hulk tiene sus antecedentes más claros en los eventos previos a "Planet Hulk". En ellos, los Illuminati, el grupo secreto compuesto por algunos de los héroes más importantes de Marvel (Iron Man, Mister Fantástico, el Doctor Extraño y Rayo Negro), decidieron tomar una solución expeditiva al problema que suponían las continuas pérdidas de control del Goliat Esmeralda. Después de que el último arranque de ira de éste arrasase la ciudad de Las Vegas, los Illuminati tramaron un engaño para exiliar a Hulk al espacio (siendo ésta la razón por la cual Hulk no participó en "Civil War"). Sin duda, se trató de una medida extrema, sobre todo si tenemos en cuenta que los miembros de los Illuminati no sólo eran aliados del alter ego de Hulk, el Doctor Bruce Banner, sino también amigos suyos.
A pesar de que los Illuminati prometieron a Hulk que sería enviado a un planeta pacífico, la realidad fue bastante distinta. El exilio del Gigante Gamma le llevó al planeta Sakaar, un lugar salvaje gobernado por el despiadado Rey Rojo donde un debilitado Hulk se convirtió primero en esclavo y, posteriormente, en gladiador. Tras reunir a un grupo de guerreros rebeldes, Hulk lideró un alzamiento y derrocó al Rey Rojo, convirtiéndose en el nuevo monarca de Sakaar. El Goliat Esmeralda contrajo matrimonio con su amante, Caiera, una antigua esclava del Rey Rojo que luchó contra él en el alzamiento, convirtiéndola así en su reina. Parecía que Hulk había alcanzado al fin la paz cuando Caiera le reveló que estaba esperando un hijo suyo. Entonces, la nave que los Illuminati habían utilizado para exiliarle a Sakarr explotó, arrasando la capital del planeta y llevándose con ella miles de vidas, incluyendo las de Caiera y su hijo nonato.
Como era de esperar, la muerte de su esposa y de su hijo enfureció a Hulk más allá de toda medida. Culpando a los Illuminati, el Gigante Gamma volvió a la Tierra acompañado por sus ejércitos de Sakaar con la intención de hacer pagar a aquellos que le habían exiliado y le habían robado todo aquello que había llegado a importarle. Comienza así "World War Hulk", con Hulk y los guerreros de Sakaar arrasando la ciudad de Nueva York y derrotando a los Illuminati y a su aliados.
"World War Hulk" es un acercamiento muy interesante a la relación que los héroes Marvel tienen con el Goliat Esmeralda. Todos dicen ser sus amigos y querer ayudarle, pero son muy conscientes de la amenza que supone y de su potencial destructivo. De hecho, son capaces de actos de cuestionable moralidad con tal de detener a Hulk. A lo largo de "World War Hulk" vemos como Iron Man utiliza la fuerza bruta en lugar del diálogo o como Mister Fantástico trata de engañar a Hulk para poder derrotarle. El caso más extremo es el del Doctor Extraño, quien ya exiliase al Gigante Gamma a otra dimensión en el pasado, que llega a beberse el alma de un demonio para utilizar su poder contra Hulk. ¿Quién es entonces el verdadero villano de esta historia?
En "World War Hulk" no están claros los límites entre el bien y el mal. ¿Hulk busca justicia o simplemente venganza? ¿La necesidad de detener la amenaza de Hulk justifica las medidas extremas llevadas a cabo por los autodenominados héroes? ¿Quién tiene razón? ¿Quién tiene que pagar por lo sucedido?
Estas interesante premisas vienen acompañadas, indudablemente, por un festival de golpes y peleas despiadadas. Hulk lucha contra todos los héroes Marvel... y los derrota. En "World War Hulk" abundas las escenas de destrucción y las muestras de violencia por parte del Gigante Gamma. Por ejemplo, en uno de los momentos más escalofriantes de la saga Hulk llega a aplastar las manos del Doctor Extraño. El momento cumbre llega con el enfrentamiento entre Hulk y el héroe más poderoso del Universo Marvel: el Vigía. Dotado con el poder de un millón de soles en explosión, pero limitado por sus trastornos mentales (esquizofrenia y agorafobia), el Vigía es el superhéroe más inestable de todos. Recurrir a él es tentar a la suerte, pues si pierde el control podría ser infinitamente más peligroso que Hulk.
No obstante, no es la fuerza bruta la que decide la conclusión del conflicto. Es la bondad, la compasión y la capacidad de sacrificio de Bruce Banner, el alter ego de Hulk, la que demuestra ser mucho más potente que la ira del Goliat Esmeralda.
Mientras que el grueso del conflicto se desarrolla en la miniserie central, algunos de los spin-offs resultan una lectura complementaria realmente interesante. Es el caso de los números de "The Incredible Hulk" que se publicaron de forma paralela, donde el protagonismo recaía en el joven Amadeus Cho y un heterogéneo grupo de aliados compuesto por Hércules, Namora y Arcángel. Guionizados también por Greg Pak, estos números ahondan en el conflicto desde el punto de vista de Amadeus Cho y de Rick Jones, probablemente los únicos amigos verdaderos que ha tenido el Gigante Gamma en toda su historia. Estos número suponen también el inicio de la amistad entre Amadeus Cho y Hércules, que posteriormente protagonizarían una interesante etapa en la colección de este último que también fue guionizada por Pak.
El resto de spin-offs son en el mejor de los casos pasables, pero no aportan nada nuevo a la lectura de "World War Hulk". Algunos de ellos, como "World War Hullk: X-Men" están tan cogidos por los pelos que sorprende que tengan alguna relación con el evento principal.
Pasando a un apartado más técnico, debemos hablar del trabajo de los dibujantes implicados en "World War Hulk". La miniserie central corrió a cargo de John Romita Jr., veterano dibujante de Marvel entre cuyas obras más recientes destacan su etapa en la serie de Lobezno junto a Mark Millar y la popular "Kick Ass" (que fue adaptada al cine). El estilo de Romita Jr. casa perfectamente con el personaje de Hulk, al que representa con la suficiente credibilidad y contundencia. No sucede lo mismo con el resto de personajes que participan en la historia, con énfasis especial en los Vengadores, a los que caracteriza de forma bastante deficiente. Irónicamente, en la actualidad Romita Jr. es el dibujante de una de las colecciones regulares de los Vengadores.
En algunos momento el dibujo resulta espectacular, con decenas de personajes aporreándose en una misma página. En otros en cambio, resulta vago y reduccionista hasta el extremo, con páginas en las que Romita Jr. no dibuja más que escombros informes. Por tanto, a nivel gráfico "World War Hulk"resulta un tanto irregular. Evidentemente, el gusto por el estilo del dibujante influye de forma notable en esta percepción y he de confesar que Romita Jr. hace años que dejó de ser santo de mi devoción.
Por otro lado, además de las portadas del propio Romita Jr. (que por cierto formaban una única ilustración compuesta por cinco partes), David Finch se encargó de dibujar las portadas alternativas, cada cual más horrible que la anterior. Todo músculos, venas a punto de reventar y rallajos por todas partes. En ese sentido, "World War Hulk" deja mucho que desear en cuanto al apartado gráfico. Por suerte, los guiones de Greg Pak salvan una obra cuyo principal atractivo es el desarrollo del argumento en lugar del dibujo.
"World War Hulk" no deja de ser un evento menor, pero gracias a la hábil mano de Greg Pak consigue destacar en ciertos aspectos, como la caracterización de los personajes (destacando especialmente el propio Hulk y Amadeus Cho), la exploración de conceptos como los límites morales a los que están dispuestos a llegar los héroes con tal de detener al Gigante Gamma o el potencial dramático que supone desvelar el misterio tras la tragedia acontecida en la conclusión de "Planet Hulk". Muy buenas ideas que, además, están muy bien desarrolladas y conducen a una interesante conclusión cargada de potencial. Tristemente, este potencial nunca llegó a materializarse. Tras "World War Hulk", Greg Pak se centró en otros proyectos (concretamente en "The Incredible Hercules", donde seguiría narrando las aventuras de Amadeus Cho) y dejó a Hulk en manos de otros autores, Jeph Loeb y Ed McGuinness, que cambiaron radicalmente el rumbo del personaje con la presentación del Hulk Rojo y el inicio de la etapa más absurda que ha vivido la colección en las últimas décadas.
Estoy de acuerdo, Hulk se fue al diablo desde que Loeb empezó a hacerse cargo de la colección.
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