Para empezar esta nueva tanda de reseñas he decidido hablar de dos auténticos clásicos de la literatura moderna: "Rebelión en la Granja" y "1984", de George Orwell.
El autor:
George Orwell fue el pseudónimo de Eric Blair, nacido en la India en 1903 cuando se encontraba bajo dominio inglés (pues sus padres estaban destinados allí). Antes de dedicarse de lleno al periodismo y a la literatura, había servido en la policía militar de la India y había viajado por Francia e Inglaterra. Ideológicamente comprometido con la izquierda, participó en la Guerra Civil Española, acudiendo a luchar a favor de la República. Fue herido en Barcelona, donde escribió su célebre "Homenaje a Cataluña". Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, estando él en Inglaterra, comenzó a trabajar en la prensa y en la radio y a prepara trabajos de crítica y ensayo de gran contenido político. Sus tendencias políticas socialistas no le impidieron criticar fuertemente al régimen comunista de la Unión Soviética, que no tardó mucho en convertirse en una dictadura bajo el control de Stalin. En 1946 (y tras varios rechazos por parte de los editores) publicó "Rebelión en la Granja", un ataque literario directo, en clave de fábula satírica, contra el régimen soviético. En 1950, poco antes de su fallecimiento, publicó su última novela: "1984", uno de los más célebres relatos distópicos de la historia en el que criticó fuertemente los totalitarismos que tanto odiaba.
"Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros".
Una noche, los animales de la Granja Manor, propiedad del Señor Jones, se reúnen en secreto. Un cerdo conocido como Viejo Mayor, que se encuentra ya cerca del final de su muerte, trasmite a sus camaradas animales sus creencias acerca de la vida. El Viejo Mayor cree firmemente que todos los animales son iguales y que el Señor Jones los tiraniza, obligándoles a trabajar y quedándose él todo el producto de su trabjo, alimentándolos deficientemente y disponiendo de sus vidas cuando lo cree necesario. Estas creencias acaban generando una doctrina entre los animales de la granja: el Animalismo. El Viejo Mayor pronostica que, tarde o temprano, los animales se alzarán contra Jones y reclamarán la granja para ellos. Tiempo después de la muerte del Viejo Mayor, sus predicciones se hacen realidad. El hambre empuja a los animales a rebelarse contra su amo y a expulsarlo de su granja, que pasa a llamarse "Granja Animal".
Entonces, bajo la dirección de los inteligentes cerdos (siendo sus máximos representantes dos de ellos, llamados Snowball y Napoleón), la Granja Animal comienza una nueva edad dorada bajo el cumplimiento de los principios del Animalismo. Sin embargo, pronto surgen problemas en el seno del grupo de los cerdos, enfrentando a Snowball y a Napoleón. Éste último expulsa a Snowball y lo acusa de ser un traidor a las órdenes del Señor Jones. Entonces, convertido en una suerte de gobernante de la Granja Animal, Napoleón comienza a alterar los principios (supuestamente inalterables) del Animalismo para favorecer a la clase de los cerdos por encima de los demás animales. La edad dorada llega a su final, comenzando entonces una época de penurias y de hambre en la que cualquier asomo de traición hacia el Camarada Napoleón es castigado con la muerte.
Bajo este argumento se esconde una ácida crítica hacia el régimen soviético, siendo los personajes fácilmente identidicables con personajes históricos reales de gran importancia para el comunismo: el Viejo Mayor sería Karl Marx, Snowball sería Trotsky y Napoleón sería Stalin. Sin embargo, "Rebelión en la Granja" no es un simple ataque al stalinismo. Como toda fábula, su mensaje es universal y trasciende toda referencia histórica y política. "Rebelión en la Granja" nos habla de la opresión y de la búsqueda de libertad, así como de la naturaleza corruptora del poder. Se trata de una novela breve (se puede leer en una tarde) y sencilla, escrita con un cierto sentido del humor. La moraleja que se desprende de ella es clara y fácilmente asimilable por cualquier lector (incluso un niño podría leer este libro y comprenderlo perfectamente sin tener ni idea de lo que es el comunismo ni de quién fue Stalin).
Fiel a sus creencias políticas (pero siempre con un fuerte espíritu crítico), Orwell transmite una cierta desolación. El idealismo de la utopía comunista (representado por esa edad dorada en la que los animales, libres de la tiranía del Señor Jones, llevan la granja hacia la prosperidad) choca rápidamente con la dura realidad del abuso del poder. La igualdad es un concepto maravilloso, pero prácticamente inalcanzable. Siempre habrá alguien que trate de alzarse por encima de los demás, incluso amparándose sobre esa supuesta igualdad (como sucede en la obra con los cerdos, que comienzan a acumular privilegios sobre los otros animales amparándose en los principios del Animalismo). ¿Existe entonces la posibilidad de alcanzar algún día una verdadera igualdad? La respuesta de Orwell al respecto queda rotundamente expresada al final del libro (que tendréis que leer por vosotros mismos, pues yo no la voy a desvelar).
"Rebelión en la Granja" fue una obra que tuvo muchos problemas para ser publicada. Diversos editores la rechazaron por la clara identificación de los dirigentes comunistas con los cerdos (cuando en realidad en el libro esta identificación no pretende ser negativa, pues los cerdos son los animales más inteligentes de la granja) y por sus implicaciones políticas. Sin embargo, Orwell (quien en una ocasión llegó a escribir: "libertad signfica el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír") luchó por su publicación durante años. Hoy la calidad literaria, filosófica y política de esta obra está fuera de toda duda. "Rebelión en la Granja" es un clásico universal.
1984:
"La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza".
Estamos en el futuro (recordemos que este libro se publicó originalmente en 1950). Corre el año 1984, aunque a decir verdad nadie podría decir con seguridad que esa es realmente la fecha. El mundo se encuentra dividido en tres grandes superpotencias en guerra permanente: Oceanía, Eurasia y Estasia (o Asia Oriental). Cada una de estas superpotencias está regida por una ideología totalitaria de tendencia izquierdista: en Ocenía gobierna el "Ingsoc" (degeneración del término "socialismo inglés"), en Eurasia el neobolchevismo y en Estasia una tendencia llamada "desaparición del Yo". Todos estos gobiernos son igualmente represivos sobre sus respectivas sociedades, a las que mantienen es un permanente estado de sumisión basado en la adoración casi fanática hacia un líder indiscutible. En Oceanía ese líder es el "Gran Hermano", la mayor autoridad del Partido Único: el Ingsoc.
Winston Smith vive en Londres, uno de los territorios de Oceanía, y trabaja en el Ministerio de la Verdad, ministerio encargado de falsificar los documentos históricos para que todos coincidan con las afirmaciones del Partido. La alteración de las evidencias históricas es uno de los principios del Partido, pues el Gran Hermano es incapaz de errar en sus predicciones y cualquier documento debe estar de acuerdo con ellas. Esto es especialmente evidente en el caso de las alianzas y enfrentamientos contra las diferentes potencias. En un momento dado, Oceanía puede estar en guerra contra Estasia y aliada con Eurasia, por lo que todos los documentos deben indicar que esta situación ha sido siempre así. Cuando la situación cambie y Oceanía entre en guerra con Eurasia y se alíe con Estasia, los documentos serán nuevamente alterados para que la nueva situación sea la situación que se ha mantenido siempre.
Quizá por las continuas manipulaciones y mentiras que ha realizado como parte de su trabajo, Winston ha desarrollado una gran aversión hacia el Partido. Esto es algo peligroso, pues la sociedad se encuentra bajo la vigilancia constante del Gran Hermano a través de las telepantallas que pueblan calles y casas. La gran mayoría de la gente es incapaz de pensar por sí misma y asume que el Gran Hermano es el único poseedor de la Verdad, por lo que estarían encantados de descubrir cualquier asomo de pensamiento independiente y de traición en sus vecinos para entregarlos al Partido. Los traidores son llevados al siniestro Ministerio del Amor, encargado de torturar y eliminar a los traidores políticos.
A pesar de los riesgos, Winston se convertirá en un "criminal mental" (pues en esa sociedad, el mero hecho de pensar algo contrario al Partido es un crimen en sí mismo) y comenzará a escribir un diario ocultándose de la telepantalla. Pronto descubrirá que no es la única persona de Oceanía que es capaz de pensar más allá de las consignas del Partido. Se enamorará de una joven llamada Julia y mantendrá una ardiente relación con ella (siendo el sexo entre miembros del Partido otro crimen imperdonable). Ambos querrán ingresar en la Hermandad, una supuesta red de disidentes políticos que se dedican a sabotear al Partido desde dentro, aunque saben que tarde o temprano serán descubiertos. Pocos rincones de Oceanía se encuentran libres del ojo vigilante del Gran Hermano y la Policía del Pensamiento acecha continuamente a los traidores para conducirlos hasta el Ministerio del Amor.
"1984" es una novela densa y compleja, pero absolutamente absorbente. Sin duda es uno de los mayores relatos distópicos (entiéndase "distopía" como lo contrario a "utopía") de la literatura, junto a "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley. Su aterradora visión de una sociedad en la que cualquier pensamiento diferente a lo que indica el Partido es un crimen, en la que no existe ningún tipo de libertad de expresión ni de intimidad y en la que ni siquiera la realidad histórica escapa de las manipulaciones del Gran Hermano, causó un tremendo impacto en todo el mundo. "1984" contiene una crítica feroz hacia los gobiernos autoritarios, a los que Orwell odiaba con todas sus fuerzas. De nuevo nos encontramos con una fuerte crítica hacia Stalin, pues el mismísimo Gran Hermano se describe con rasgos similares a los suyos.
Hoy en día, cuando la gente piensa en el Gran Hermano, lo asocia rápidamente a un bochornoso programa de televisión que se dedica a vender morbo. Si los descerebrados espectadores de dicho programa conocieran las verdaderas implicaciones de lo que significa el Gran Hermano, sin duda lo verían con otros ojos. El Gran Hermano es la ausencia de libertad, la ausencia de pensamiento independiente, la ausencia de toda verdad (salvo la Verdad del Partido, por supuesto). La Oceanía del Gran Hermano reprime a sus habitantes brutalmente. No sólo mediante las omnipresentes telepantallas que les vigilan constantemente y las torturas a las que se somete a los traidores en el Ministerio del Amor, sino incluso usando el propio lenguaje. El inglés está siendo erradicado por los censores del Partido, que están desarrollando un nuevo idioma: la "neolengua". El número de palabras de dicho idioma está muy reducido, con la finalidad de limitar el propio pensamiento a través del lenguaje. ¿Cómo podrá la gente entender el concepto de "libertad" cuando ni siquiera haya una palabra para designarlo? Éstas son las aterradoras implicaciones presentadas en "1984": el individuo no es más que un mero engranaje del Partido, el Gran Hermano es el único poseedor de la Verdad, el único amor posible es el amor hacia el Gran Hermano.
Evidentemente, llegó el año 1984 y las amenazas que temía Orwell no llegaron a manifestarse. Al menos con la intensidad en la que aparecen en el libro, pero desde luego la temática de "1984" sigue siendo completamente actual. Quizá en la actualidad no tengamos un Gran Hermano como tal, pero no hay ninguna duda de que mecanismos similares actúan de una forma infinitamente más sutil. ¿Acaso la televisión no nos impone una determinada forma de pensar? ¿No nos dice lo que está de moda y lo que no? ¿No nos indica cómo debemos ser y cómo debemos actuar para tener éxito y aprobación social?
Incluso en una sociedad con plenas libertades, el individuo debe esforzarse por desarrollar criterios propios (porque en ocasiones es demasiado fácil dejarse llevar por los criterios de la masa social o por los de algún individuo en particular), debe esforzarse para aprender a pensar por sí mismo y no limitarse a repetir consignas preestablecidas, En "1984", en una sociedad en la que cualquier desviación, por mínima que sea, es castigada con la más atroz de las torturas, esa chispa de pensamiento independiente consigue perdurar y crecer gracias al amor. Sin embargo, el mensaje final del libro está claro (si el final de "Rebelión en la Granja" es bastante desolador, el de "1984" lo es en mucho mayor grado). Hay quien ha querido ver cierto optimismo en "1984", argumentando que incluso en la mayor de las opresiones es capaz de surgir la chispa de la rebelión. Sin embargo, personalmente veo en esta obra un mensaje duro y pesimista, que nos advierte de los peligros del fanatismo, del totalitarismo y de la sumisión de la sociedad.
Únicamente mediante el desarrollo del pensamiento independiente y del espíritu crítico hacia el mundo que nos rodea podremos evitar que exista algún día la sociedad del Gran Hermano. No se puede renunciar a la libertad a favor de la comodidad (ni siquiera a favor de la comodidad intelectual). O, dicho de otra forma, es mejor ser triste y libre que feliz y esclavo. ¿No os parece?
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