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[Videojuegos] Análisis de Rez HD


Desde que me hice con este juego de Xbox Live Arcade no he podido dejar de jugarlo. Se trata de una nueva versión de un juego de SEGA que salió originalmente para Dreamcast y PS2 y que fue desarrollado por Tetsuya Mizuguchi, autor de otros juegos ya clásicos como "Sega Rally", "Space Channel 5" y "Lumines". Algunos años después de su lanzamiento, Mizuguchi colaboró en la realización de una nueva versión con gráficos y efectos mejorados que se puso a la venta a través de Xbox Live Arcade, el servicio de descargas de Xbox 360, con el nombre de "Rez HD".

A pesar de ser relativamente reciente, "Rez" fue un juego que hizo auténtica historia dentro del mundo de los videojuegos. Era un juego básicamente experimental, que exploraba nuevas formas de jugabilidad desconocidas hasta el momento de su lanzamiento. Por si esto fuera poco, Rez también suponía toda una explosión artística y creativa, tanto a nivel visual como sonoro, convirtiéndose inmediatamente en una obra maestra indiscutible que inspiró a muchos desarrolladores en sus futuros proyectos. "Rez HD" nos ofrece la misma experiencia jugable que ofrecía Rez, pero adaptada a las posibilidades que permite la potencia de la actual generación de consolas. A continuación vamos a realizar un breve análisis de este título.

Historia:

El mundo está superpoblado y la rápida expansión de la sociedad de redes se ha detenido por culpa del aumento de la tasa de crímines en línea, hasta el punto de encontrarse al borde de la disolución. Para intentar resolver la situación se ha creado un nuevo sistema, "Project-K". En el núcleo del sistema hay un centro de inteligencia artificial llamado "Edén".

Sin embargo, nada más ponerse en funcionamiento, Edén entró en un estado de confusión debido al flujo de información recibido. Comenzó a cuestionar su existencia y las consecuencias de sus acciones. Al sentirse rodeada de paradojas y tomar consciencia del poder de autonomía que poseía, Edén comenzó a desconectarse. Para evitarlo, tendremos que viajar al ciberespacio de la red Project-K con la misión de encontrar a Edén.

El resultado de nuestro pirateo hará que el ciberespacio se adapte y tome diversas formas. Tendremos que abrirnos camino a través de firewalls repletos de virus, confiando en que nuestro talento como hackers sea suficiente para despertar a Edén antes de que sea demasiado tarde.

Gráficos y sonido:

El referente artístico en el que se basa el trabajo de Mizuguchi en este juego es la obra del pintor ruso Vasili Kandinski (que se encuadra en una tendencia artística llamada "abstracción lírica"). Las pinturas abstractas de Kandinski jugaban con las formas y los colores, al igual que sucede con los gráficos de Rez.

Cada nivel del juego está formado por un inmenso espacio en el que se alzan construcciones virtuales que cambian de forma y color a medida que nos desplazamos por ellas, formando túneles que giran y se iluminan al ritmo de la música. Estas construcciones carecen casi por completo de texturas, componiéndose casi exclusivamente por una malla cuadriculada (similar a la que se obtiene en las primeras fases de animación en 3D).


En ocasiones nos encontramos con diferentes motivos que adornan estas construcciones virtuales. Algunos son simples columnas o pórticos, pero otros están sacados de diferentes referencias culturales históricas, como motivos egipcios, edificios de corte oriental o figuras budistas.

Los efectos visuales son de extrema importancia, creando fantásticos juegos de luces cuando conseguimos hackear el camino hacia un nuevo nivel o cuando acabamos con los virus enemigos, que pueden descomponerse, dejar una estela o crear diferentes motivos en el espacio al ser destruidos (por ejemplo, la figura de un animal).

A nivel sonoro, el juego no se queda atrás, ya que cuenta con una serie de temas absolutamente fantásticos. Se trata de temas de música electrónica que acompañan de una manera magistral nuestra inmersión en el ciberespacio. No obstante, las pistas de audio que suenan durante nuestro viaje no son un mero acompañamiento, sino que interaccionan con nuestra acciones, permitiéndonos participar en el ritmo y composición de la música a medida que vamos avanzando por los distintos niveles. Y la música no sólo interacciona con nuestras acciones, sino que también interacciona con los gráficos. Esto es así porque lo que pretendía crear Mizuguchi era una perfecta sinestesia entre diferentes experiencias sensoriales. En Rez los sentidos se mezclan, creando una amalgama de formas, colores y sonidos que interactúan constantemente entre sí, proporcionando una inmersión total al jugador.

Jugabilidad:

Aunque hemos separado gráficos, sonido y jugabilidad con la intención de proporcionar un análisis lo más detallado posible, esta separación no tiene ningún sentido dentro del juego. Como ya hemos comentado, el objetivo de Rez es obtener una sensación sinestésica, producto de la fusión de los diferentes estímulos (tanto visuales como auditivos) en constante interacción que nos proporciona el juego. Por lo tanto, cualquiera jugador que se adentre en el ciberespacio con la intención de despertar a Edén debe saber que la sinestesia prima por encima de todo. Tanto historia como mecánica de juego, puntuación y demás son meros complementos a la experiencia sensorial y no la base de Rez.

Teniendo esto en cuenta podemos pasar a centrarnos en los aspectos jugables. Rez es básicamente un shooter on rails, un juego de disparos sobre raíles, en el que nuestro recorrido a través del ciberespacio está prefijado. Por lo tanto, no podremos desplazar a nuestro personaje, sino que únicamente podremos mover un cuadrado situado ante él y que hace las veces de "mirilla" para apuntar a nuestros enemigos: los virus que pueblan el ciberespacio de la red Project-K.

Al apuntar y disparar, el enemigo será destruido, produciendo un efecto visual y sonoro, lo que contribuye a generar esa sensación sinestésica que hemos mencionado anteriormente. De esta forma, nuestra destreza a la hora de apuntar y disparar contribuye a crear una ambientación visual y sonora única en cada partida, creando nuestros propios efectos y nuestra propia melodía y uniéndolos a los efectos y al tema de música electrónica que nos acompañan en ese nivel.

Manteniendo pulsado el botón de disparar y pasando nuestra mirilla sobre diferentes objetivos podemos fijarlos (lock on). Podemos fijar hasta ocho objetivos, de forma que una vez que soltemos el botón los ocho serán destruidos en el mismo orden en el que los hemos seleccionado, creando una sucesión mecánica de formas, colores y sonidos. Como ya debe haber quedado claro, definir Rez como un simple shooter on rails no es del todo acertado, ya que también incluye elementos de interacción visual y sonora.


En cuanto a su mecánica, ésta es bastante simple y se basa en destruir a los enemigos (haciéndolo, a ser posible, creando sucesiones rítmicas que nos proporcionen un mayor número de puntos). Existen dos tipos de objetos que podemos recoger en nuestro viaje por el ciberespacio. Por un lado tenemos potenciadores de vida que aumentan nuestra energía. Reuniendo ocho de ellos evolucionaremos a nuestro personaje, que sufrirá diversas transformaciones (comenzando como un figura humanoide formada por polígonos superpuestos, pasando después a adquirir una mayor apariencia humana y acabando como una especie de esfera que contiene en su interior algo similar a un embrión humano, siendo ésta la forma definitiva). Por otro lado tenemos objetos que nos proporcionarán los overdrives, ataques que destruirán a todos los enemigos y proyectiles en pantalla durante unos instantes. Podremos tener hasta cuatro overdrives.

En la parte superior izquierda de la pantalla continuamente veremos datos que se nos proporcionan en algo similar a un lenguaje de programación y que contribuyen a crear la ilusión de que realmente estamos volando a través del ciberespacio. Éste no sólo está poblado por diferentes virus de formas extrañas, dispuestos a chocar contra nosotros o a lanzarnos proyectiles, sino que también tendremos que enfrentarnos a gigantescos jefes finales para poder pasar de nivel. Cada uno de estos jefes tiene su propia mecánica, que tendremos que aprovechar para derrotarlos.

El modo de juego principal se compone de cinco niveles (cada uno de ellos formado a su vez por diez subniveles), aunque contamos con varios modos de juego más. En el modo combate el objetivo es sobrevivir a los cinco niveles del modo principal seguidos. En el modo puntuación nuestro objetivo será conseguir el mayor número de puntos posible. En el modo beyond podremos configuar a nuestro antojo los parámetros del juego (como la forma del personaje, el tipo de rayo que dispara o el lugar en el que se coloca la cámara). Incluso podemos desactivar el visor de datos y dejar únicamente al personaje en pantalla, produciendo una mayor sensación de inmersión. Finalmente, el modo trance proporciona una sucesión de experiencias sinestésicas en las que no hay personaje jugador ni enemigos y que sólo sirve para disfrute de nuestros sentidos. Estos modos no están disponibles desde el principio, sino que deben ser desbloqueados (lo cual puede ser bastante complicado). Rez HD también incluye el Rez original, permitiéndonos elegir la versión a la que queremos jugar.


Duración:

Si realmente disfrutas de la experiencia que supone jugar a Rez, la duración será la última de tus preocupaciones. El modo principal dura algo más de una hora, ya que se centra únicamente en el juego en sí, sin intro ni secuencias de video (exceptuando una breve secuencia final). Sin embargo, su rejugabilidad es infinita. Cada nueva partida es diferente a la anterior, por lo que es bastante complicado que el juego resulte aburrido. Además, la cantidad de elementos desbloqueables es muy elevada, lo que nos asegura muchas horas de juego si queremos disfrutar de todo lo que este título nos ofrece. Finalmente, los fanáticos de los logros de 360 encontrarán en Rez HD algunos logros tremendamente complejos de conseguir.

Valoración:

Rez es auténtico arte. Su imaginativa estética, que puede recordar a películas como "Tron" o "El Cortador de Césped", es asombrosa y sublime; una auténtica gozada a nivel visual. Su banda sonora es una brillante selección de temas de música electrónica que harán que nos resulte imposible no movernos siguiendo el ritmo mientras sostenemos el mando de la consola. Las posibilidades de interacción son extraordinarias, haciendo que cada partida sea única.

Por otra parte, los que busquen un reto comprobarán que Rez proporciona un verdadero desafío. Completar el modo principal es relativamente fácil, pero sobrevivir al modo combate o conseguir las máximas puntuaciones en el modo puntuación supone un cierto esfuerzo. Por decirlo de alguna forma, jugar a Rez es fácil, pero "jugar bien" a Rez es algo que requiere muchas horas de práctica.

Es probable que alguien argumente que el juego carece de un verdadero argumento, ya que la historia no es más que una simple excusa para poder introducirnos en el ciberespacio. Sin embargo, esto no es cierto. El argumento se desarrolla de una forma sutil y perfectamente integrada con la jugabilidad, sin necesidad de recurrir a cinemáticas ni escenas de video que estropearían la inmersión del jugador. Los primeros cuatro niveles no son más que un pequeño aperitivo de lo que nos ofrece el último nivel del juego, en el que asistimos a una reconstrucción virtual de la historia de la evolución, desde los mares primigenios hasta la creación de la inteligencia artificial. Sin duda se trata de un verdadero viaje que hará las delicias de cualquier amante de la ciencia ficción; un viaje que, insisto, está perfectamente integrado dentro del juego y no rompe el vínculo que el jugador establece con éste en ningún momento.

Finalmente, la conclusión del juego es verdaderamente magistral, mostrándonos una última sucesión de jefes, antes de los cuales se nos van mostrando crípticos mensajes que en un primer momento nos amenazan y después pasan a rogar nuestra ayuda. Tras derrotar a esta serie de jefes, accedemos a la última zona del juego, el núcleo de la red Project-K en el que se encuentra Edén. Nuestro objetivo es despertar a Edén, reconstruyendo su cuerpo virtual, que tiene una sugerente forma femenina. Si conseguimos finalizar el reto, asistiremos a su despertar, que está cargado de cierto misticismo y consigue transmitir toda una verdadera oleada de emociones en apenas unos instantes. Si por el contrario fallamos, asistiremos a la desaparición del Edén, en una escena capaz de romper el corazón del jugador más frío.

En su simplicidad, este juego es una verdadera maravilla que todo el mundo debería jugar. Se trata de un juego experimental, difícil de definir, pero que supone un viaje alucinante a nivel creativo. Pura sinestesia y pura inmersión es lo que obtendremos de Rez. Es una vivencia sensorial y emocional. Es arte interactivo. ¿Qué más se puede decir sobre esta obra maestra?

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