Galería hipotética es una sección en la que se recogen distintas colecciones temáticas de ilustraciones realizadas por artistas de todo tipo, no sólo como forma de celebrar el arte en sí mismo sino también para homenajear a las personas que están detrás.
Si has seguido mi blog últimamente te habrás dado cuenta de que escribo mucho sobre Warhammer 40.000. Mi interés por el hobby no ha hecho más que crecer durante los últimos años, hasta el punto de que yo mismo me he sorprendido de lo importante que se ha vuelto para mí. Llegué a la franquicia de Games Workshop a través de los libros, luego pasé a los cómics, después a los videojuegos, y, finalmente, acabé aterrizando en las miniaturas. Desde entonces, ese interés inicial por Warhammer 40.000 se ha ido extendiendo hacia otros juegos similares, como Warhammer: Age of Sigmar, Warhammer: The Horus Heresy o Necromunda. Ha sido una progresión muy interesante que además me ha resultado muy beneficiosa en todos los aspectos (excepto en el económico, claro, porque acumular todo ese plástico no ha sido precisamente barato). Lo único de lo que me arrepiento es de no haber entrado antes a este mundillo. Podría haberlo hecho, pero siempre tuve miedo. Hace unos cuantos años, cuando era mucho más joven, todo lo relacionado con la marca Warhammer me resultaba tan atractivo como abrumador. Recuerdo visitar los escaparates de la única tienda especializada que había en mi zona, contemplando con anhelo las miniaturas que allí se exhibían y creyendo que yo nunca sería capaz de montar y pintar algo tan bonito. Pero recuerdo sobre todo haber estado ojeando los pocos manuales que pasaron por mis manos y haber alucinado con las ilustraciones que contenían. Es posible que mi primer contacto con el juego fuese, de hecho, alguna de esas ilustraciones que hoy en día se consideran clásicas. De ahí que me parezca interesante dedicar un par de entregas de esta sección a explorar el arte de algunos de los ilustradores de aquella edad dorada que yo no llegué a vivir, pero cuyos cantos de sirena me han acompañado hasta hoy.
Cuando pienso en los ilustradores clásicos de la franquicia Warhammer hay un nombre que, en mi humilde opinión, destaca por encima de los demás y ese nombre, con permiso de John Blanche, es el de Mark Gibbons. Este artista galés fue uno de los más emblemáticos de Games Workshop durante la década de los noventa (si has seguido mi blog últimamente también te habrás dado cuenta de que escribo mucho sobre esa época). Nacido y criado en Cardiff, abandonó la escuela de arte para tocar el bajo en una banda de hair metal. Sus primeros trabajos profesionales fueron a nivel local hasta que, a través de John Blanche, ilustrador y director artístico de Games Workshop, se trasladó a Nottingham para trabajar en los juegos de la franquicia Warhammer durante los siguientes años. La cantidad de ilustraciones que produjo entonces es sorprendente e incluyen algunas de las más icónicas de la época, como la del Caballero Verde de Warhammer Fantasy Battle o la portada de la segunda edición del Codex Orkos de Warhammer 40.000.
Tras ese periodo trabajó como freelance en compañías de videojuegos como Eidos Interactive y Sony Computer Entertainment Europe, sobre todo como artista conceptual. Participó, por ejemplo, en el diseño de Primal para PlayStation 2. Unos años después, regresó a Games Workshop, dejando como testigos de esta segunda época en la compañía las famosas ilustraciones del Codex de los Templarios Negros, entre ellas la del Gran Mariscal Helbrecht que comentaremos dentro de un momento. Tras eso volvió al campo de los videojuegos, dedicando varios años a trabajar como artista conceptual para Blizzard Entertainment en títulos como World of Warcraft o Diablo III. Más recientemente estuvo en Riot Games, donde realizó numerosas ilustraciones para League of Legends.
En 2020 volvió a ser freelance y puso en marcha Rookery Publications, una iniciativa para publicar sus propios juegos de mesa. Se financia a través de Patreon y ya ha publicado un par de suplementos compatibles con cualquier juego de temática fantástica: The Well of Bones y Mother Hoarfrost (se pueden comprar en formato digital a través de la web de DriveThruRPG). No sé hasta qué punto ha funcionado bien esta iniciativa, pero me alegra saber que Mark Gibbons sigue activo. De hecho, participa frecuentemente en charlas con otros veteranos de la industria.
Este artista pertenece a una generación muy interesante, definida por sus orígenes humildes y su oposición al sistema. Son ilustradores muy influidos por el punk y el metal. También por los cómics británicos de la época, en especial los de la revista 2000 AD en la que nacieron personajes como el Juez Dredd. No es de extrañar que su estilo sea desenfadado, con cierta tendencia hacia la parodia. Cuando Gibbons trabajó para Games Workshop, la marca Warhammer aún no era la gigantesca franquicia que es hoy en día y en ella había más espacio para el humor. Creo que el espíritu de aquella época, tan joven y despreocupado, tan conectado a la música y al cómic, tan comprometido políticamente, se ha perdido en gran parte. Pero el arte de aquellos años permanece, desde luego.
La influencia de Mark Gibbons se sigue sintiendo aún en la siniestra oscuridad del lejano futuro de Warhammer 40.000. No hace falta buscar mucho para encontrar miniaturas claramente inspiradas por sus ilustraciones. Es el caso de la miniatura de Asmodai, Primer Capellán de los Ángeles Oscuros, presentada hace apenas unos meses (en la previa de los campeonatos mundiales de Warhammer celebrados en noviembre de 2023). También es el caso de la miniatura de Helbrecht, Gran Mariscal de los Templarios Negros, que se presentó en septiembre de 2021. Fue entonces cuando Games Workshop ofreció su peor cara y decidió promocionar su miniatura junto a la ilustración original de Mark Gibbons… pero borrando la firma del artista. La gente protestó y Games Workshop tuvo que cambiar la imagen de la ilustración por una versión sin editar, pero aquella situación sigue siendo un buen ejemplo de cómo trata hoy la empresa a sus ilustradores, incluso a los más famosos y queridos por la comunidad. El blog El Descanso del Escriba cubrió la noticia con detalle en el mismo momento en el que se produjo, quedando como prueba de que a veces las políticas de Games Workshop dejan mucho que desear. Pocas cosas me parecen más deleznables que faltarle al respeto a uno de los artistas que te han hecho grande.
Y hasta aquí esta octava galería hipotética, la primera de 2024. Para saber más sobre el trabajo de Mark Gibbons puedes consultar su página web. También puedes pulsar aquí para acceder a otras galerías hipotéticas.
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